Caballo Loco

Caballo Loco yacía humeando ante un poste eléctrico. Su pueblo decidió enterrarlo junto a la central eléctrica e hizo caer su lluvia con forma de flechas sobre el fortín.

Dadme un revolver, tabaco y un caballo y veré qué puedo hacer, solía decir Jimmy el sheriff, pero Jimmy yacía humeando en la silla eléctrica.

Decidieron liberar a Billy Mano Mellada, el último pistolero zurdo. Lo montaron en un caballo y le cortaron dos dedos más antes de electrocutarlo en la plaza ante el júbilo de la muchedumbre.

Se horrorizaron ante una nueva lluvia de flechas.
Nada conseguía aplacar la furia india.

Caballo Delirante, el séptimo hijo de Caballo Loco, expuso sus condiciones: -¡El electroshock o la muerte!- Y aulló como un lobo electrocutado cabalgando hacia una nueva matanza.

Esta es la historia de dos pueblos enfrentados.

Esta es la historia de la ira del electrón.

Esta es la historia de América.

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